Cuando apagaron la voz de Piper Pimienta en el barrio la Rivera de Cali.

Las caleñas son como las flores, una melodía que trasciende generaciones y se entrelaza con el alma de Colombia. Detrás de este himno musical se encuentra una historia fascinante, protagonizada por el incomparable Piper Pimienta, un artista cuyo destino se tejió entre éxitos y desafíos inimaginables.

Edulfamid Molina Díaz, conocido en los escenarios como Piper Pimienta, fue un ícono de la música tropical y salsa. Nacido en la encantadora Puerto Tejada, su voz única y cautivadora lo elevó a las alturas de la fama en dos agrupaciones inolvidables: Fruko y sus Tesos, y The Latin Brothers. Su talento trascendió fronteras y conquistó corazones en cada acorde interpretado.

Piper Pimienta, como un mago de la melodía, encantaba a su público con su estilo inigualable, envolviendo cada nota en una pasión desbordante. Pero detrás de los aplausos y los reflectores, el destino le tenía reservadas pruebas difíciles de superar.

En un giro trágico de los acontecimientos, un incendio arrasó su hogar, consumiendo sus instrumentos musicales, partituras y recuerdos preciados. Este devastador episodio fue el preludio de una serie de adversidades que desafiarían su espíritu indomable. Tres trombosis amenazaron su vida, sumiéndolo en un abismo de incertidumbre y luchas incesantes.

Con valentía y el apoyo incondicional de su familia, Piper Pimienta emprendió una travesía para recuperar lo que la vida le había arrebatado. Días oscuros se tornaron en meses de terapias intensivas, donde cada avance era una victoria contra la adversidad. Tuvo que aprender a cantar de nuevo, a reconstruir su voz y su esencia, como si el destino quisiera poner a prueba su amor por la música.

Después de años de sacrificio y dedicación, Piper Pimienta logró superar los obstáculos y volvió a encender el escenario con su energía inigualable. Su resiliencia y pasión por la música lo llevaron a conquistar corazones una vez más. Sin embargo, el destino tenía otro desenlace trágico preparado.

En un fatídico día, mientras ensayaba su música para una gira en Argentina, la violencia irrumpió en su vida. En el jardín de su hogar en Cali, la oscuridad se apoderó del arte. Piper Pimienta fue arrebatado de este mundo por culpa de un sicario que le disparó en el antejardín de su casa dejando un vacío irremplazable en el folclore colombiano.

Hoy, su legado perdura en cada nota de su música, en cada corazón que se estremece al escuchar sus canciones. Su nombre y su voz siguen resonando en el alma de aquellos que reconocen su invaluable aporte a la música tropical. Aunque su partida fue prematura, su espíritu y su arte trascenderán el tiempo, recordándonos que la pasión y el talento pueden superar cualquier adversidad.

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