En las bulliciosas calles de Cali, la ciudad de la salsa y la alegría, se llevaba a cabo un misterioso y macabro evento conocido como “El Juego del Caldo de Costilla”. Cada año, en la víspera de la Feria de Cali, los habitantes más valientes y desesperados se reunían en un lugar secreto para competir en un desafío mortal.

La historia se remonta a décadas atrás, cuando un grupo de influyentes figuras de Cali creó este juego retorcido como una forma de entretenimiento clandestino. Reclutaban a personas con problemas económicos, en deudas o simplemente desesperadas por una oportunidad, ofreciéndoles la posibilidad de ganar una suma de dinero que cambiaría sus vidas para siempre.

Unos pocos elegidos eran seleccionados para participar en el Juego del Caldo de Costilla. Todos eran llevados a una ubicación secreta en las afueras de la ciudad, un antiguo matadero abandonado. Allí, eran encerrados en una gigantesca estructura similar a un laberinto, compuesta por pasillos oscuros y trampas mortales.

Los participantes debían luchar por su supervivencia mientras buscaban pistas y resolvían acertijos para avanzar en el laberinto. Sin embargo, la verdadera pesadilla comenzaba cuando llegaban a la etapa final. En una habitación lúgubre y siniestra, enfrentaban un desafío culinario macabro: preparar el mejor caldo de costilla en un tiempo limitado.

Los ingredientes eran proporcionados por los organizadores, pero estos incluían elementos extraños y repugnantes, desde insectos hasta partes de animales poco comunes. Los concursantes debían demostrar su valentía y superar sus asquerosas limitaciones para crear un caldo de costilla que impresionara al jurado compuesto por los sádicos organizadores.

El premio para el ganador era una suma de dinero que resolvería todos sus problemas económicos, pero el precio de la derrota era fatal. Aquellos que no lograban completar el desafío o cuyo caldo era considerado inferior eran eliminados sin piedad y dejados a su suerte dentro del laberinto.

En el centro del laberinto, había una jaula gigante donde se encontraba el último concursante sobreviviente, esperando el veredicto final. Si lograban superar todas las pruebas y conquistar el desafío culinario, serían liberados y se les entregaría el premio prometido.

Aunque el Juego del Caldo de Costilla parecía una competencia retorcida, en el fondo estaba destinado a resaltar la lucha de los menos afortunados en la sociedad caleña. Era una forma cruel y despiadada de darles una oportunidad de escape de sus vidas desesperadas.

Pero la historia tomó un giro inesperado cuando una de las participantes, una joven valiente llamada Ana, decidió enfrentarse a los organizadores y exponer su siniestro juego ante el mundo. Aprovechando su inteligencia y astucia, Ana logró liberar a los demás concursantes y revelar la verdad detrás del Juego del Caldo de Cost

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