En el año 2007 en los terrenos donde se construyó actualmente el estadio del Deportivo Cali, se descubrieron los restos de indígenas que habitaron la región del Valle del Cauca hace más de 2.000 años. El hallazgo fue realizado por antropólogos colombianos y miembros del Instituto Vallecaucano de Investigaciones Científicas (INCIVA), quienes encontraron un antiguo cementerio en la ‘Terraza Palmaseca’.
El estadio, con capacidad para 52.000 espectadores, se encuentra en Palmira, cerca de Cali, y está a punto de ser terminado con una inversión de más de 30 millones de dólares. Antes de descubrirse las fosas, los residentes de las fincas cercanas hablaban de “espíritus que no dejan dormir”, mientras que los obreros atribuían a la presencia de las tumbas accidentes aparentemente inexplicables.
Durante las primeras excavaciones, se encontraron restos cerámicos y más tarde tumbas con osamentas de niños, mujeres y hombres, algunas de ellas en lo que será el césped del campo de fútbol. Uno de los cadáveres de mujer había sido sepultado boca abajo, rodeado por utensilios hechos con huesos humanos, y se cree que es el cuerpo de la “chamana”, una especie de guía espiritual.
Según la arqueóloga Sonia Blanco, los indígenas enterraban a los sabedores boca abajo para que liberaran toda la energía y ésta se incrustara en la tierra, evitando que fuera absorbida por los demás. El hallazgo incluyó fragmentos de carbón, semillas, huesos de animales y cerámica fina con incrustaciones y formas que describen las condiciones en las que vivía el grupo aborigen.
Los investigadores afirman que el hallazgo en el futuro estadio, que se considera el más moderno del país y similar a los de clubes europeos, puede servir para ofrecer un espectáculo doble, el del fútbol y una muestra arqueológica de más de 2.000 años de antigüedad. Además, señalan que la comunidad que habitaba la zona estaba afín con la denominada Cultura Malagana, que habitó el Valle Geográfico del río Cauca del año 500 a.C. al 500 d.C.
En definitiva, el estadio del Deportivo Cali guarda un misterio que revela la presencia ancestral de los indígenas en la región del Valle del Cauca. El hallazgo de este cementerio en plena construcción del estadio, nos recuerda la importancia de preservar el patrimonio arqueológico y cultural de nuestros antepasados, y cómo la historia se entrelaza con el presente en los lugares más insospechados.
