José Antonio Potes Cáez, un joven de 27 años oriundo del Valle del Cauca, ha regresado a Colombia tras viajar a El Salvador en busca de oportunidades laborales. Durante su estadía en el país centroamericano, Potes manifestó su simpatía por las políticas de seguridad implementadas por el presidente Nayib Bukele.
Sin embargo, su historia dio un giro inesperado cuando fue detenido por las autoridades salvadoreñas por supuestamente pertenecer a una pandilla local, según denunciaron sus familiares.
Eliana Potes Caéz, la madre del joven, y su pareja Claudia García, hicieron pública la detención de Potes, asegurando que había sido capturado al ingresar al país y posteriormente trasladado a un centro de reclusión. Sin embargo, horas después de que la noticia se difundiera, un video de Potes en el que afirmaba estar libre circuló en las redes sociales. En el video, el joven aclaró que su detención había sido un malentendido y que en realidad se debía a un problema migratorio, ya que estaba trabajando sin permiso.
La Cancillería de Colombia se hizo eco de la situación y envió una solicitud al Juzgado Especializado de Instrucción B4 de San Salvador para conocer el requerimiento fiscal del caso y brindar asistencia consular a Potes.
No obstante, al regresar a Colombia el 30 de abril, Potes reveló en una entrevista con Canal Uno que la versión que dio en el video no era cierta y que en realidad había sido detenido por pertenecer a una pandilla salvadoreña. Según explicó, fue presionado para negar los verdaderos motivos de su detención y el video que se difundió fue grabado el día en que fue liberado.
Dos documentos presentados por Canal Uno respaldan la versión de Potes: uno del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia de enero de 2023 que confirma la detención de dos colombianos en El Salvador por el régimen de excepción que rige en el país y otro del consulado colombiano en El Salvador de febrero de 2023 que especifica que Potes está recluido en el Centro Penal de Admisiones de Ilopango por el delito de “Agrupaciones ilícitas”.
El gobierno de Nayib Bukele ha sido conocido por sus políticas de seguridad enfocadas en la erradicación de las pandillas y la violencia en el país. Se estima que unas 40.000 personas están encarceladas por delitos relacionados con pandillas en El Salvador, y se ha construido una megacárcel de 166 hectáreas para alojar a los pandilleros.
