Muchas historias de viajes en el tiempo o historias de reencarnación existen en el mundo, Google está lleno de artículos que cuentan historias verdaderamente interesantes o perturbadoras como las que vamos a contar a continuación..
En el año 1957 en un pequeño pueblo del Reino Unido, una familia se dirigía caminando a la tradicional misa dominical, dos niñas gemelas, Jackeline (6 años) y Johanna (11 años) que hacían parte de este lindo hogar se adelantaron a sus padres, tenían afán en llegar porque quería tener un buen puesto en la iglesia y no se detuvieron al cruce de una calle y fueron embestidas fuertemente por un carro que les quitó la vida de inmediato.
La tristeza se apoderó de la familia pero justo un año más tarde, Florence, madre de las dos niñas que habían fallecido, había quedado nuevamente en embarazo, su esposo Jhon soñaba que la mujer diera a luz a dos gemelas nuevamente pero su Florence no lo quería así. Por un buen tiempo mantuvieron fuertes discusiones pero para sorpresa de ambos nacieron dos gemelas nuevamente
El 4 de octubre de 1958 nacieron las niñas Gillian y minutos después nació Jennifer, la última dos marcas en su cuerpo bastante llamativas para sus padres.
Jennifer nació con una mancha en su frente y una cicatriz en la cintura justo donde su hermana mayor que nunca conoció también las tenía. pero esto no fue lo que no más asombró a sus padres, la perturbadora historia apenas iba a comenzar.
Al pasar los años y cuando las niñas empezaron a poder comunicarse, hablar, expresarse, empezaron a pedirle a sus padres que les compraron los mismos juguetes que tenían sus hermanas fallecidas, entre ellas unas muñecas y lo que más dejó inquieto a sus padres es que bautizaron las muñecas con los mismos nombres que sus hermanas les habían puesto en su momento.
El lenguaje que usaban, las palabras y todo lo que expresaban era idéntico a lo que comunicaban sus hermandas fallecida, las niñas empezaban a pedirle a sus padres que las llevaran a lugares que nunca habían visto pero los detallaban como si ya los conocieran, eran los mismos lugares donde iban sus hermanas fallecidas, generalmente los parques.
Y lo más estremecedor fue cuando los padres escucharon a las niñas hablar del suceso trágico de 1957 “no quiero que me suceda de nuevo, estábamos llenas de sangre, el auto viene a buscarnos, tengo miedo, no me lo recuerdes” fue la conversación entre las niñas que solo tenían 4 años para ese momento.
Cuando las niñas cumplieron los 5 años dejaron de recordar estos sucesos, dicen los que creen en la reencarnación que hasta los 5 años se tienen recuerdos de las vidas pasadas de las personas y por eso las niñas borraron todo en ese momento
