En la vibrante ciudad de Cali, Colombia, existe una historia que ha intrigado a los residentes durante décadas. Se trata de la misteriosa ruta de transporte conocida como Grisa San Fernando. Este bus, que solía recorrer los barrios populares como Calima y la calle 70, es el protagonista de numerosas leyendas urbanas y relatos paranormales que han aterrorizado a quienes se atrevieron a abordarlo.
La ruta Grisa San Fernando, que en teoría realizaba el recorrido número 2, tenía un extraño secreto. En algún punto del trayecto, sin que nadie se percatara, el destino del bus cambiaba misteriosamente a la ruta número 4. Los pasajeros, sumidos en sus propios pensamientos o en conversaciones, no notaban el sutil cambio hasta que el conductor cambiaba repentinamente, como si se tratara de un acto sobrenatural.
Los testigos afirman que, al subirse al bus, el conductor tenía una apariencia de piel blanca, pero durante el viaje, sin previo aviso, su tez se volvía trigueña. Esto generaba un escalofriante desconcierto entre los pasajeros, quienes miraban incrédulos al hombre al volante, preguntándose si se trataba de una ilusión o si algo mucho más siniestro estaba ocurriendo en ese lugar.
La leyenda se intensifica con los relatos de personas que abordaron el Grisa San Fernando y nunca más se supo de ellas. Se cuenta que numerosos pasajeros desaparecieron misteriosamente sin dejar rastro alguno. Sus familias y amigos buscaban desesperadamente respuestas, pero la única conexión que parecían tener era el haber abordado ese siniestro autobús.
Los caleños, asustados y cautelosos, comenzaron a evitar la ruta Grisa San Fernando, advirtiendo a otros sobre los peligros ocultos que se escondían detrás de aquel vehículo aparentemente ordinario. La atmósfera que rodeaba a este bus era espesa, envuelta en un aura de temor y misterio que atormentaba a los valientes que se aventuraban a adentrarse en su interior.
La Ruta Grisa San Fernando se convirtió en un símbolo de lo desconocido, una puerta hacia lo paranormal y lo sobrenatural. Las especulaciones sobre su origen y su destino final son numerosas, pero ninguna ha sido confirmada. Algunos sugieren que es un portal hacia un mundo paralelo, donde las almas perdidas quedan atrapadas para siempre. Otros creen que el autobús es conducido por un espíritu vengativo que busca llenar su vehículo de pasajeros desafortunados.
A día de hoy, la Ruta Grisa San Fernando sigue siendo una incógnita, una pesadilla colectiva que perdura en la memoria de los caleños quienes conocieron su existencia. Al caer la noche, los más atrevidos se aventuran a relatos de sus experiencias macabras. Pero es importante recordar, aquellos que se atrevan a adentrarse en lo desconocido deben estar preparados para enfrentar los peligros y los secretos que se ocultan en