
En la mañana de este martes, la Fundación Santa Fe de Bogotá emitió el quinto parte médico sobre el estado de salud del senador Miguel Uribe Turbay, quien continúa internado en la Unidad de Cuidados Intensivos tras haber sido víctima de un atentado armado hace pocos días. Aunque su condición sigue siendo crítica, los médicos reportan con esperanza los primeros signos de mejoría neurológica.
El informe, leído por el doctor Adolfo Llinás Volpe, director médico de la clínica, indica que ha habido una disminución del edema cerebral y una tendencia hacia la estabilización hemodinámica. Uribe permanece bajo monitoreo constante, con cuidados intensivos especializados, mientras el equipo médico evalúa cada avance como una señal alentadora dentro de su proceso de recuperación.
La noticia ha generado una oleada de reacciones desde todos los sectores del país. Desde líderes políticos hasta ciudadanos de a pie, el mensaje es uno solo: que la salud de Miguel Uribe se recupere, sin importar diferencias ideológicas. “En momentos como este, lo humano debe estar por encima de lo político”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter) una congresista del Pacto Histórico, sumándose a una ola de mensajes de solidaridad que ha inundado las redes sociales.
Miguel Uribe, precandidato presidencial y senador por el Centro Democrático, ha sido una figura polémica por sus posturas firmes y conservadoras, pero hoy incluso sus contradictores más acérrimos han dejado claro que su vida y su recuperación son una prioridad nacional. La bandera de la reconciliación, al menos por un instante, ondea por encima de los desacuerdos.
Mientras las autoridades avanzan en la investigación para esclarecer los móviles del atentado y juzgar al responsable, el país sigue pendiente de los boletines médicos. Colombia, un país profundamente dividido en lo político, hoy se une en un deseo común: ver a Miguel Uribe de nuevo en pie.
Porque antes que político, es un ser humano. Y su vida importa.