En los últimos años, la ciudad de Cali ha experimentado un aumento alarmante en los índices de inseguridad que han generado una creciente preocupación entre sus habitantes. Las calles de la ciudad se han convertido en escenarios peligrosos, donde la ausencia de presencia policial y la falta de medidas efectivas por parte del Alcalde han permitido que la delincuencia campe a sus anchas.

La sensación de inseguridad se ha arraigado profundamente en la vida cotidiana de los caleños, quienes constantemente viven con el temor de convertirse en víctimas de algún delito. Hoy, una vez más, quedó registrado en cámaras de seguridad otro asalto descarado que tuvo lugar a plena luz del día en la autopista Simón Bolivar.

Según las imágenes captadas, un grupo de delincuentes, movilizándose en tres motocicletas, se aproximó a una pareja que también se encontraba transitando en su motocicleta. Sin ningún tipo de temor ni respeto por la ley, los asaltantes abordaron a la pareja y, bajo amenazas e intimidación, les despojaron de sus pertenencias. Esta situación se repite una y otra vez, sin que se vislumbre una solución efectiva.

La impotencia y la indignación de los ciudadanos ante estos hechos se incrementa al ver cómo la presencia policial en las calles es mínima o prácticamente nula. La ausencia de agentes de seguridad da la sensación de que los delincuentes tienen vía libre para actuar sin consecuencias. Esto, sumado a la aparente falta de voluntad del Alcalde para tomar medidas firmes y contundentes, ha generado una sensación de abandono e indefensión entre la población.

Es imperativo que las autoridades asuman su responsabilidad y trabajen arduamente para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Se necesitan estrategias eficientes que aborden de manera integral el problema de la inseguridad, tales como incrementar la presencia policial en las calles, fortalecer los mecanismos de vigilancia y respuesta rápida, así como implementar programas de prevención del delito y rehabilitación social.

La seguridad de los caleños es un derecho fundamental que no puede ser sacrificado. Es urgente que el Alcalde y las autoridades competentes tomen acciones concretas para restablecer el orden y brindar tranquilidad a la comunidad. La impunidad y la falta de respuesta efectiva solo perpetúan la violencia y alimentan el ciclo de inseguridad en las calles de Cali. Los ciudadanos merecen vivir en un entorno seguro y confiable, donde puedan transitar sin miedo y disfrutar plenamente de su vida diaria.

Perfiles sociales