Las alarmantes denuncias de estafas a turistas extranjeros en la Costa Caribe han tomado un giro aún más sorprendente, con un reciente caso que ha dejado a todos atónitos en Playa Blanca, Cartagena. Dos ciudadanos argentinos han levantado la voz para compartir una experiencia indignante: el simple acto de adquirir dos vasos de limonada se convirtió en una pesadilla financiera cuando les cobraron la impactante suma de siete (7) millones de pesos.
Este episodio ha encendido las alarmas, no solo por la desmesurada cifra asociada a un refresco, sino también por la audacia de los estafadores. Las autoridades, conscientes de la gravedad de la situación, han tomado el caso con la seriedad que merece, desplegando esfuerzos para esclarecer el paradero de los responsables detrás de esta inaudita estafa. La indignación y la incredulidad se propagan en la comunidad, instando a una acción decisiva para proteger la integridad de los visitantes y preservar la reputación turística de la región.
Este incidente pone de manifiesto la necesidad urgente de medidas preventivas y de seguridad en las zonas turísticas, subrayando la importancia de una colaboración estrecha entre las autoridades locales y los actores del sector turístico. La atención internacional se centra ahora en este desconcertante suceso, mientras las autoridades se esfuerzan por restaurar la confianza de los visitantes y garantizar que la Costa Caribe sea un destino turístico seguro y respetado.
