En una noche que parecía sacada de una película de acción, un bus articulado del MIO se convirtió en el inesperado protagonista de un suceso que dejó a más de uno boquiabierto en Cali. Era viernes 23 de agosto, y la ciudad estaba tranquila, o eso creíamos. De repente, el bus se lanzó sin permiso hacia el cantón militar, desencadenando una respuesta que nadie vio venir: disparos a plena vía.
Todo empezó cuando el MIO, después de un choque con un carro particular, se vio envuelto en una situación que parecía de película. Los ocupantes del vehículo comenzaron a amenazar al conductor del bus, y este, en un acto desesperado, pisó el acelerador intentando escapar. Con el miedo metido hasta los huesos, decidió buscar refugio en el Batallón, pero ahí, en medio de la confusión, los soldados no dudaron y le dispararon al vehículo para detenerlo.
En un primer momento, el rumor corrió por toda la ciudad: “¡Secuestraron un MIO!” Pero tanto Metrocali como el Ejército Nacional se apresuraron a aclarar la situación. Según el operador del masivo, el conductor intentó huir de las amenazas que le lanzaron los del carro particular y, al ver la gravedad del asunto, se comunicó con su central. Sin embargo, la cosa se salió de control cuando el bus trató de entrar abruptamente a la unidad militar, desencadenando la ráfaga de disparos.
La Tercera Brigada del Ejército, por su parte, justificó la acción, afirmando que se cumplieron todos los protocolos de seguridad. “Este man intentó meterse a las instalaciones militares a toda mecha, violando todos los parámetros de seguridad,” aseguraron.
VIDEO
👉 Un inusual hecho se registró en Cali en la noche de este viernes, 23 de agosto, cuando un bus del MÍO ingresó de manera forzosa al Batallón Pichincha luego de que el conductor, presuntamente, huyó de un accidente en el que fue amenazado de ser agredido físicamente. Los… pic.twitter.com/ZggX46ePDQ
— El País Cali 📰 (@elpaiscali) August 24, 2024
El saldo del suceso no solo fueron las balas, sino que dos pasajeros del MIO salieron heridos en medio del caos. Ambos fueron trasladados a centros asistenciales, donde recibieron atención médica gracias a las pólizas de seguro que cubren los buses del sistema masivo.
Y así, Cali fue testigo de una noche donde la realidad se confundió con la ficción, y el MIO, por unas horas, dejó de ser solo un bus, para convertirse en el protagonista de una historia digna de las pantallas.