¡Increíble pero cierto! Un buscador de cuartos en Cali se llevó la sorpresa de su vida cuando encontró un anuncio en un periódico local que ofrecía un cuarto de alquiler por la increíble suma de $100 mil. ¡Sí, lo has leído bien, solo $100 mil en la próspera ciudad de Cali!
Nuestro valiente protagonista, apodado “El Cazador de Gangas”, no podía creer su suerte. Había buscado incansablemente en todas las plataformas de alquiler conocidas, solo para encontrarse con precios exorbitantes y condiciones poco atractivas. Pero aquí, en ese pequeño y humilde anuncio en blanco y negro, parecía haber encontrado la joya del oriente de Cali.
Decidido a no dejar pasar esta oportunidad, “El Cazador de Gangas” se comunicó rápidamente con el anunciante y concertó una cita para ver la propiedad. Con la dirección en la mano y una sonrisa de oreja a oreja, se dirigió al lugar indicado, en el lejano oriente de la ciudad.
Para su sorpresa, cuando llegó a la ubicación, encontró una colorida carpa de circo en medio de un terreno vacío. Confundido pero curioso, se acercó al lugar y fue recibido por un excéntrico personaje con nariz roja y zapatos gigantes.
Resultó que el propietario del cuarto era nada menos que un payaso retirado, que decidió poner a disposición su antigua carpa de circo para alquiler. “El Cazador de Gangas” no podía creer lo que veía, pero su sentido del humor le impulsó a adentrarse en la carpa y explorar lo que se convertiría en su nuevo hogar.
Dentro de la carpa, encontró una habitación acogedora con malabares colgando del techo y un colchón inflable en el centro. Las paredes estaban decoradas con globos de colores y había un pequeño escenario improvisado en una esquina. El payaso retirado incluso ofreció lecciones de payaso gratuitas para amenizar su estancia.
Pero eso no era todo. Para poder disfrutar del cuarto por tan solo $100 mil al mes, “El Cazador de Gangas” descubrió que había una pequeña condición: ¡tenía que domar a un león! Sí, dentro de la carpa había un león de circo amigable, pero de ninguna manera inofensivo.
Aunque al principio “El Cazador de Gangas” sintió un escalofrío recorrer su espalda, también se emocionó ante el desafío y la emoción de vivir tan cerca de una fiera majestuosa. Sabía que domar al león requeriría tiempo y paciencia, pero la oportunidad de vivir en una experiencia única y hilarante superaba cualquier temor.
Y así, “El Cazador de Gangas” aceptó el desafío. Se adentró en la vida circense, aprendiendo las habilidades de un payaso y conquistando el corazón del león. Con el tiempo, se convirtió en un maestro del malabarismo y un domador de leones inigualable.
Ahora vive en la Carpa, trabaja en la tarde en un restaurante y está pensando en abrir su propio circo.
