La impresionante historia de la captura de Gilberto Rodríguez en Cali, su perfume lo delató

Hace casi 28 años, el 9 de junio de 1995, se llevó a cabo una de las capturas más impactantes en la historia del narcotráfico en Colombia. En un operativo audaz y meticulosamente planeado, las autoridades lograron arrestar al jefe máximo del cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela, quien era considerado el peor enemigo del famoso capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar.

Rodríguez Orejuela, uno de los hombres más buscados por la DEA y las fuerzas de seguridad internacionales, había acumulado una enorme fortuna a lo largo de su carrera criminal. Según las estimaciones de la policía, en el momento de su captura, se calcula que poseía más de 12 mil millones de dólares, producto de sus operaciones ilícitas en el tráfico de drogas.

El arresto de Gilberto Rodríguez Orejuela no fue un hecho fortuito, sino el resultado de una cuidadosa labor de inteligencia y trabajo encubierto. Una valiente mujer policía, cuyo nombre no ha sido revelado por razones de seguridad, desempeñó un papel clave en esta operación. Haciéndose pasar por vecina del barrio donde se encontraba el capo, esta agente infiltrada ganó la confianza del entorno cercano a Rodríguez Orejuela.

Una característica distintiva de Gilberto Rodríguez era el uso de una loción con un aroma particular. La astuta policía descubrió esta pista y logró identificar la vivienda donde se ocultaba el capo. Con la información en sus manos, las autoridades coordinaron un operativo que culminó con la detención exitosa de uno de los criminales más buscados del mundo.

La captura de Gilberto Rodríguez Orejuela marcó un hito significativo en la lucha contra el narcotráfico en Colombia. Este golpe al cartel de Cali debilitó significativamente su estructura y contribuyó a la desarticulación de una de las organizaciones criminales más poderosas del país.

Después de su arresto, Rodríguez Orejuela enfrentó un largo proceso legal y finalmente fue extraditado a Estados Unidos, donde cumplió una condena por sus delitos relacionados con el narcotráfico. Su captura y posterior encarcelamiento representaron una victoria para la justicia y un paso importante hacia el debilitamiento del poder del narcotráfico en Colombia.

Hoy, 25 años después de aquel histórico acontecimiento, la captura de Gilberto Rodríguez Orejuela sigue siendo recordada como un hito clave en la lucha contra el crimen organizado en Colombia. El valiente trabajo de la policía y la determinación de poner fin a la impunidad de los líderes del narcotráfico dejaron un legado de perseverancia y esperanza en la búsqueda de la paz y la seguridad en el país.

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