Le puso ‘quereme’ en el ají y ahora ya se van a casar, el amor que nació de una empanada

Ella nunca pensó que encontraría el amor de su vida por una empanada, todas las tardes la pelinegra del barrio el Ingenio de Cali arrimaba al puesto de Doña Teresa por su tanda de empanadas, casi siempre pedía 4 o 5 y ají, el más picante.

En una tarde de esas donde ella repetía su rutina, Doña Teresa le dijo que no tenía ají, Catalina, como se llamaba la pelinegra, exclamó en su cabeza “¡esto no puede ser posible, es una pesadilla!” y justo en ese momento apareció un hombre en la fritanga que le dijo “¿Quieres ají? yo cargo el mío por si las moscas, vo jabes”

Catalina lo miró a los ojos y con algo de duda aceptó, le echó casi todo el ají a sus empanadas, lo probó y el puesto de fritanga quedó en silencio. Una ráfaga de viento pasó y no era el Papagayo, Catalina subió al cielo y volvió a la tierra en un minuto para luego decir fuertemente “¡Te amooo ají, te amoooo joven extraño, mil gracias!”

Sin duda era el mejor ají que ella había probado, le pidió el número al misterioso joven y dijo que lo quería volver a ver, que ella ahora lo iba a invitar a su casa.

Cuentan que ahora el misterioso hombre y Catalina viven juntos y que él le había hecho algún tipo de brujería en el ají.

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