Que bonito que hoy se pudiera ver un partido con las dos hinchadas en el mismo estadio, poder caminar por las calles con tranquilidad con la camiseta del equipo que te gusta sin preocuparte porque te persigan y te tiren piedras.
Pero esto ya no se puede, vivimos en una Cali violenta, llena de indiferencia, no hay valores, respeto, es una pena, pasan los años y no avanzamos como sociedad por el contario retrocedemos, involucionamos, desmejoramos, todo cada día peor.
Pero en años atrás las cosas eran diferentes, en la ciudad de Cali no existía esta violencia que llegó con las barras bravas, los clásicos eran cosas muy lindas en San Fernando, las dos hinchadas podían entrar, sentarse juntos, conversar sobre el partido y salir rumbo a la Calle Quinta a buscar unas cervezas para seguir hablando del partido
Recordemos una final del año 1992 donde se jugaba el clásico que le dio el título al América de Cali: